Donald Trump toma posesión como el 47 Presidente de los Estados Unidos
Publicado el , y escrito por:La Era de Oro de los Estados Unidos comienza hoy dijo Donald Trump hace unos momentos al tomar posesión como el cuadragésimo séptimo Presidente de los Estados Unidos.
La Era de Oro de los Estados Unidos comienza hoy dijo Donald Trump hace unos momentos al tomar posesión como el cuadragésimo séptimo Presidente de los Estados Unidos.
Con un discurso plagado de confianza, optimismo y determinación en que su país volverá a ser grande otra vez por encima de todo y de todos, Donald Trump protagonizó la ceremonia de investidura que se llevó a cabo en la sala oval del Capitolio en Washington, ante la presencia de cientos de invitados y con la asistencia del presidente saliente Joe Biden y la Vicepresidenta Kamala Harris, a quien él derrotó en las urnas en el proceso electoral pasado. Cabe destacar el gesto de Biden, pues en su propia toma de posesión Donald Trump no acudió, rompiendo con el tradicional protocolo de entrega pacífica y cordial del poder en la democracia norteamericana.
Trump inició mencionando todos los problemas más acuciantes por los que atraviesa Estados Unidos como lo son los desastres de huracanes, incendios en California, los servicios de salud desastrosos, sistema educativo vergonzoso y la escasa protección de los connacionales en el extranjero.
Las libertades y glorias de Estados Unidos como nación ya no serán negados; se restituirá la integridad, competencia y lealtad del gobierno, recalcó Trump. Han querido impedirlo, intentando quitarle su libertad e incluso su vida, pero en este caso fue salvado por Dios para que su país fuera grande nuevamente.
Agradeció a hispanos y negros su apoyo electoral, muy significativo, y por permanecer firme detrás de sus agendas de gobierno. No solo ellos, dijo, sino prácticamente toda la nación. Al igual que el sueño de Martin Luther King, el sueño de cada uno de ellos como comunidad se hará realidad en su mandato y trabajará duro para ello. No sé olvidará de nadie y tampoco se olvidarán de su Dios, exclamó enfáticamente.
Desde este primer día aprobará una serie de órdenes ejecutivas para lograr la restauración del país y su sentido común. La primer orden ejecutiva que firmará será la declaración de una Emergencia Nacional en la Frontera Sur para detener la inmigración ilegal, medida que por cierto fue estrenduosamente aplaudida por los invitados a la ceremonia. Restablecerá, dijo, su política de "quédense en México" y terminará con la política de liberación de indocumentados. Millones serán deportados, advirtió. Otra de sus órdenes será designar a los carteles como Organizaciones Extranjeras Terroristas, lo cual también fue respaldado calurosamente. Invocó la Ley de 1978 sobre enemigos extranjeros para eliminar a todas las pandillas extranjeras en suelo estadounidense.
Atacará con toda energía la inflación que azota la economía de su país, y responsabilizó de eso al costo de los combustibles y la electricidad, por lo que declarará una Emergencia Energética que busque restablecer la producción de combustibles fósiles como el gas y el petróleo, recursos naturales que gozan de abundancia en su propio suelo. Perforarán y perforarán más pozos, señaló, en un claro desafío a la política de energías limpias impulsada por su antecesor.
Defenderá con toda firmeza a su industria automotriz y a sus trabajadores, por lo que revocará el mandato sobre los vehículos eléctricos con el fin de que los trabajadores de su tradicional industria automotriz tengan condiciones de vida dignas. Cada quien podrá comprar el auto de su preferencia; se va a fiscalizar a las compañías extranjeras y no a los propios connacionales. Para ello se creará la Agencia de Administración Tributaria Externa para cobrar impuestos y derechos que provendrán de fuentes extranjeras.
Impulsará una sociedad a la que no le importe el color, pero que esté basada en el mérito, y se tendrá una nueva política gubernamental en dónde se reconocerán solamente dos géneros: hombres y mujeres, medida que concitó un alarido entre el público asistente, así como la reinstalación de los soldados que fueron retirados del servicio por reusarse a aplicarse la vacuna contra el Covid-19.
Estados Unidos reclamará el sitio que por derecho le pertenece de ser la nación más poderosa del mundo. En ese sentido promoverá el cambio de nombre del Golfo de México por el Golfo de América, reivindicando una idea del presidente William Mackinley. En ese tenor recordó que el Canal de Panamá fue iniciativa suya, y en honor al esfuerzo financiero y el costo en vidas que tuvo la construcción del canal, su gobierno va a buscar recuperar el canal, que hoy en día beneficia más a China que a ellos mismos.
Terminó diciendo que hoy es el momento de actuar con el coraje, vigor y vitalidad que históricamente ha demostrado el pueblo estadounidense, para que los Estados Unidos sean considerados una nación creciente, que incrementa su riqueza y que expande su territorio, para llevar su bandera a nuevos horizontes. Aquí recalcó que intentarán ser el país que ponga por primera vez un pie en Marte. No hay ninguna otra nación más ambiciosa que los Estados Unidos, sentenció finalmente.
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